lunes, 14 de julio de 2014

EL GAZPACHO Y SUS BENEFICIOS

El gazpacho andaluz es uno de los grandes símbolos de la dieta mediterránea y uno de los platos más internacionales de la gastronomía española. Es una receta muy propia de nuestra cultura y también una de las recetas más versionadas.

Además, con la llegada del calor comienzan a apetecernos más las comidas frías y ligeras.   Además de estar delicioso, ayudar a saciar la sed y aplacar el calor propio de los meses de verano, el gazpacho es un gran aliado de nuestra salud.

Los ingredientes principales para su elaboración son: tomates, pepinos, pimientos, cebolla y ajo, alimentos que aportan un gran número de nutrientes. (aunque existen diferentes variantes)  Es, por tanto, una opción perfecta y muy nutritiva para acompañar a una dieta rica y equilibrada.



Siempre que se modere el uso del pan y del aceite de oliva, el gazpacho realiza un aporte calórico muy bajo, debido a que el principal componente utilizado para su preparación es el agua. Nos ayuda a estar perfectamente hidratados y a mantener la temperatura corporal, algo muy importante en esta época del año. Es por eso también que es una bebida veraniega muy recomendable para personas mayores o niños que requieren de una mayor hidratación.

El gazpacho proporciona grasas “buenas”, ya que proceden del ácido oleico que contiene el aceite de oliva. Este ácido tiene efectos positivos sobre el colesterol bueno, por lo que ayuda a reducir la presión arterial y el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
Por su composición, el gazpacho es rico también en fibra vegetal, por lo que nos ayudará a realizar la digestión y a que el intestino trabaje mejor. Es muy recomendable su consumo también para personas con problemas de estreñimiento.

El gazpacho tiene un alto contenido en vitaminas A, C y E, así como de minerales como el potasio, el fósforo y el hierro. Es también una importante fuente de carotenos, por lo que está bebida tiene propiedades antioxidantes, ayudando a proteger nuestras células, retrasando el envejecimiento y las enfermedades crónicas. Además, en los alimentos de origen natural el nivel de grasas y colesterol es inexistente. Es perfecta también para controlar el estrés y para personas convalecientes.