jueves, 9 de octubre de 2014

¿TE ABURRE HACER LA COMPRA?







































Te preguntamos esto, aún a sabiendas de que es así, por un buen motivo: tenemos la solución.

Hemos buscado entre nuestros recuerdos, y  aún permanecía entre ellos como uno de los más emotivos, el de ir a la plaza para hacer la compra. Es el recuerdo de niños que, acompañando a sus padres, se convertían en protagonistas, por unos momentos, de una mínima aventura urbana. Mimados por los vendedores que atendían cada puesto del mercado, raro era el día que no te llevabas una hermosa manzana, un dulce, o cualquier otra chuchería.

Los colores, los olores, los sonidos… los expertos,y amables vendedores… el conjunto general era un auténtico regalo de tiempo disfrutado, aprovechado. Y, aunque es verdad que los niños de entonces teníamos menos cosas con las que impresionarnos que los de hoy, visitar un mercado, sigue siendo una muy agradable y enriquecedora experiencia.

Si prescindimos de todo lo que humaniza un determinado acto, el acto en sí nos termina resultando aburrido, incluso penoso, o desagradable. Y eso es lo que ha ocurrido, entre otras muchas cosas, con el concepto “hacer la compra”.

Los nuevos tiempos, las nuevas formas de venta de productos de alimentación, han relegado el contacto humano casi a cero, la experiencia de ocio compartido es inexistente, la experiencia de calidad de vida, el disfrute de la elección de lo más natural, apetecible y sano, un pensamiento remoto. Solo prima el interés de ahorrar tiempo, dinero ¡e incluso capacidad de decisión!

Es cierto que andamos escasos de tiempo, pero no es menos cierto que, precisamente por ello, debemos empezar a seleccionar, con sumo cuidado, en qué gastar el poco que tenemos.

¿De veras alguien cree que hacer la compra es algo que debe tomarse a la ligera? ¿Alguien piensa que no tiene importancia nuestra alimentación, la de nuestra familia? ¿De verdad queremos que sean otros los que tomen las decisiones por nosotros? ¿Debemos dejar que ciertos métodos nos influyan para comprar lo que más les interese a terceros? ¿Alguien cree que es más importante ahorrar tiempo comprando alimentos enlatados, empaquetados, mantenidos con conservantes, colorantes, aditivos… que ganarlo asegurándonos de comprar alimentos frescos, recientes, naturales, aconsejados por expertos “in situ”, y haciéndolo como una experiencia agradablemente compartida?

Nosotros creemos que hay que recuperar todas las cosas que daban un sentido coherente a nuestra existencia. Todas aquellas que ponían una sonrisa en nuestras caras, y un cálido recuerdo en nuestras vidas. Lograr eso es parte de una actitud natural. Tan natural como debe ser hacer la compra.

El Mercado de Chamartín dirige todos sus esfuerzos, de todas las maneras posibles, a facilitarte esa actitud. Como te decíamos, tenemos la solución: un grupo de profesionales expertos que te acercarán cada día los productos más recomendables, los mas frescos, seleccionados por su calidad, por el cuidado y dedicación de sus productores.

Un grupo de profesionales empeñados en devolverte el placer de hacer la compra, empeñados en lograr que en tu hogar entren solo aquellos productos que sean dignos, que aseguren tu salud, la de los tuyos. Expertos que te aconsejaran sobre la mejor forma de elegir, conservar y preparar esos productos, que te harán disfrutar con la experiencia de la compra.

¡Y todos esos expertos reunidos bajo el mismo techo, esperándote a ti! No puede haber mayor valor añadido, nadie puede ofrecerte mayor rentabilidad. Ven a comprar lo justo, lo que necesitas, lo que más te conviene, y en las mejores condiciones. Ven a pasar un buen rato, charlando, riendo, haciendo amigos. Ven de nuevo a la plaza, recupera el gusto por la vida, por el tiempo aprovechado, por la salud.

Y además, en los momentos en los que no tengas ese tiempo, tampoco te preocupes. Somos tus vecinos, tus amigos, también tenemos una solución.

Ven a vernos, quieras lo que quieras, necesites lo que necesites. Somos el Mercado de Chamartín. ¡Damos Abasto!