jueves, 28 de abril de 2016

La tradicional receta de "Rabo de Toro"

Es un plato típico de la cocina cordobesa dónde tuvo su origen cuando se comenzó a estofar los rabos de toro de lidia. No es un plato para andar con prisas pero no presenta dificultad alguna su elaboración y los resultados son de una exquisitez digna de los paladares más exigentes. Hay quién dice que tiene que cocerse sus tres cuatro horas poco a poco para que salga un guiso perfecto así que ya sabes es un guiso con mucha paciencia y ¡a dedicarle su tiempo!




Ingredientes:

1,5 Kg. rabo de toro
1 cebolla gorda
1 pimiento rojo
1 cabeza de ajos entera
3 zanahorias
1 puerro
1/2 litro de un buen vino tinto
300cc de caldo de carne
2 hojas de laurel
2 ramitas de romero
2 ramitas de tomillo
Unas bolitas de pimienta negra (opcional)
1 cucharadita de jengibre molido
Harina
Sal
AOVE


Elaboración:

Salpimentamos los trozos del rabo de toro.
Enharinamos y doramos en una sartén o cazuela con cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva.
Cuando tengamos todos los trozos de carne dorados, pochamos en ese mismo aceite el puerro, la cebolla, los ajos (pelados y enteros) y el pimiento rojo, limpios y cortados en trozos no muy grandes.
Añadimos el laurel, el romero, el tomillo junto con el jengibre y las zanahorias limpias y en láminas.
Dejamos unos minutos para que se ablanden las verduras. Sazonamos.
Incorporamos los trozos del rabo de toro y cubrimos con el vino y el caldo.
Cuando rompa el hervor, desespumamos, tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego lento unas tres o cuatro horas.
Probamos el punto de sal y que la carne esté tierna y hecha (se tiene que separar del hueso).
Sacamos los trozos del rabo de toro a una fuente de servir y pasamos la salsa por un chino. Cubrimos con la salsa y servimos como acompañamiento, si queremos, con unas patatas fritas el delicioso rabo de toro.

¡Y así de fácil!

Rosquillas de San Isidro: Las tontas y las listas ¿cuál es cuál?

El día 15 de Mayo es la fiesta más castiza de Madrid. En esta fiesta son típicas y tradicionales las rosquillas tontas y listas, junto con las de Santa Clara y las francesas.

Pero ¿de donde viene esta tradición?

Parece ser que el origen de esta costumbre se remonta hasta la época de  los romanos, en que se elaboraban rosquillas en los hornos de la ciudad. En Madrid son cuatro los tipos de rosquillas que podemos encontrar: las Tontas, las Listas, las Francesas y las de Santa Clara. Todas tienen en común que se hacen con la misma base, la de las tontas, diferenciándose las otras simplemente por su cobertura:

Las tontas: Se consideran las más antiguas, su receta se remonta a la Edad Media. Son simplemente la masa tradicional (harina, huevo, azúcar, aceite y anís), sin baños adicionales. Son las más secas y sosas pero resultan muy ligeras.

Las listas: Cuentan que fueron creadas por una pastelera que vendía sus rosquillas en ferias y romerías. Van cubiertas con un baño de azúcar con sabor a limón, aunque cada vez las hacen de más colores y sabores. El más habitual es el amarillo.

Las rosquillas de Santa Clara: Son las que van recubiertas con un merengue seco y son de color blanco.

Y las francesas:  Son las que se adornan con un rebozando de almendra picada.